Inés Saavedra en 3 min

13 de enero de 2007

Una decisión difícil...

(de las que pueden inclinar la balanza que sostiene en equilibrio la música y la informática)

Antes de hacerles el cuento, les aconsejo que miren el video adjunto. Es el discurso motivacional de Steve Jobs (CEO de la Apple) a una generación de recién graduados. Les aseguro que vale la pena verlo:




Hace meses que vengo cruzando los dedos deseando que no aparezca nada que me tiente en los avisos de trabajo pero aún así los leo por si sale un trabajo de 4 horas por la misma plata que estoy ganando con el actual de 6 horas y poder así dedicarle aún más tiempo a la música. Incluso tomé la decisión de saltearme todos los avisos que requirieran dedicación full time desde hace ya varios meses.

Pero cuando uno piensa que lo tiene todo bajo control, disfrutando de unas tranquilas vacaciones en mi casa de afuera, suena el celular y en el visor aparece el nro de teléfono de una empresa (T.S.) a la que me había postulado muchos meses atrás para otro trabajo y a la que en ese entonces había dicho que no porque implicaba viajar al exterior y yo no estaba dispuesta a abandonar todos mis planes artísticos que tenía en ese momento.

Atiendo el teléfono intrigada y me dicen que me llamaban para ver si me interesaba tener una entrevista para un cargo de Gerente de SQA que había sido publicado unas semanas atrás. Yo no recordaba haberme presentado a nada últimamente pero estaba lejos de cualquier cyber como para verificarlo y dado que mi memoria no está funcionando muy bien tampoco, simplemente dije que si para el lunes de la semana posterior a las vacaciones.

Un encuentro muy poco casual…

El sábado del último fin de semana previo a mi regreso, tocaba en Aquel Abrazo (Punta Negra). Para los que no leyeron el articulito que escribí sobre ese lugar soñado, aclaro que llegar a ese bolichito es encontrar una aguja en un pajar.
Como un presagio del destino, increíblemente esa noche me encontré con M.W., perteneciente a otra empresa dedicada a la informática especializada en una de las áreas en la que estoy activamente trabajando. A esa empresa fui a participar de un desayuno de trabajo para informarme sobre su trabajo, y fue allí donde conocí a M.W., con la cual tuve un único encuentro meses después en una entrevista personal para un llamado que ellos habían hecho y al que yo me había presentado (que resultó ser para un perfil sin experiencia previa pero igual aprovechamos el encuentro para ponernos mutuamente a disposición).

En ese momento, yo no le comenté que era música pero sí que tenía otra actividad a la cual me dedicaba y que no me permitía agarrar un trabajo full time. Cuando me vio en ese bolichito, no tuvo más que sumar 1+1 para venir a decirme “ahora se cual es tu otra actividad!”. Y luego me dice: “no te presentaste!”.
Totalmente extrañada le pregunto de que me está hablando y me comenta lo del trabajo en T.S. y yo le respondo que iba a tener una entrevista el lunes próximo sin darme cuenta que ella me estaba confirmando que efectivamente yo NO me había presentado a ese trabajo.

Atando cabos…

De todas maneras, eso lo terminé de descubrir recién después de la entrevista del lunes en la mañana, en la que me comentan acerca del posible trabajo en el que obviamente la dedicación requerida era full time y por consiguiente, no podía haberme presentado por las razones que expliqué al comienzo. .

En fin, esa mañana tuve entrevista con 2 personas, la Gte de RRHH y un consultor externo (F.B.) encargado de la reingeniería de la empresa en la que se crearía el área que yo encabezaría (si es que la otra persona que está en la lista no es seleccionada).
En un momento me preguntan si conozco la empresa en la que M.W. trabaja como para contratar sus servicios y cuando le menciono que conozco a M.W. me doy cuenta que fue ella la que me recomendó!

Seguimos conversando y casi sobre el final, después de haberles planteado que el único problema que le veía era el tema de la dedicación horaria, F.B. me pregunta cual era esa otra actividad. Sin hacerme rogar le explico que soy música y luego de un largo aaahhhhh me dice: “tenés 48 hs para contestarme; si decís que sí vas a entrevista con los directores de la empresa pero sólo si te comprometés full time”.

¿Qué hago????? ¿Lo tomo o lo dejo pasar?

Eran las 11 y media de la mañana cuando volvía a mi trabajo con una nube en la cabeza y un nudo en el estómago.
Pasé todo el día así hasta el momento de juntarme con las 2 únicas personas de las que realmente quería escuchar consejos: Dany y Yoya. Podría haber pensado en mis padres pero francamente estaba casi segura de lo que me iban a decir por lo que preferí optar por otras campanas.
Pero la decisión no era tampoco fácil de tomar según ellos y mi hemisferio izquierdo se peleaba a muerte con el derecho, preguntándome si no sería una tentanción del "Diablo” para apartarme de mi camino artístico.

A todo esto tengo que aclarar que la propuesta de trabajo que me hicieron en TS es lo más lejos a lo que puedo aspirar profesionalmente; una propuesta que pensé que nunca me iba a llegar.

Idas y vueltas, que si, que no, que si, que no… y al final Dany me dice “prestá atención a lo que sueñes esta noche” y terminamos la cháchara.

Un sueño y una señal

A la mañana siguiente, después de haber dormido bastante mal atormentada por la decisión que iba a tener que tomar ese día, recuerdo lo que Dany me dijo la noche anterior y hago un esfuerzo por recordar lo que soñé y en ese momento lo que recordé me pareció una pavada y lo descarté de una pidiendo ver alguna otra señal en lo que quedaba del día.

En mi camino al trabajo, las luces del semáforo me detienen detrás de un auto y de repente observo que tenía una calcomanía pegada en la que con dificultad se podía leer “NO TENGO TODO LO QUE QUIERO PERO TENGO LO QUE TENGO” !!… eso no podía pasarlo por alto pero lo primero que pensé fue: me quedo tranquila con el trabajo que tengo y dejo pasar la propuesta. Pero había algo dentro que me decía que no era suficiente para tomar la decisión y seguí en mis debates internos hasta llegar al trabajo.

Cuando llego, mis compañeros me preguntan qué había decidido y cuando les cuento que todavía no sabía, se me viene a la mente el recuerdo del sueño y decidí contarlo en voz alta por las dudas:

Era una mañana soleada y yo estaba sentada en una mesa al lado de un hombre más veterano que yo. La mesa estaba en medio del campo sobre la vía de un tren. De repente, una persona desconocida desliza otra mesa por la vía y la acopla a la mesa donde yo y el veterano estábamos sentadas. Una vez acopladas, tal como los vagones de tren, las mesas empiezan a moverse rápidamente por la vía y yo sonriendo, levanto la mano para saludar a alguien despidiéndome.

Cuando terminé de relatarlo me di cuenta que no había otra lectura que la de que yo me había tomado el tren del trabajo que me estaban ofreciendo.
Y para confirmarlo bastaba con recordar que la mesa era muy similar a mi escritorio de trabajo y que la persona sentada al lado mio tenía la misma fisonomía de F.B.

Fue entonces cuando volví a pensar en el texto de la calcomanía que había visto antes de llegar y que en realidad tenía una segunda lectura: no puedo vivir de la música PERO tengo una propuesta de trabajo y una oportunidad para cambiar algo que de todas maneras hace tiempo que quería cambiar por algo mejor.

Si bien tengo que dedicarme full time, también voy a ganar mucho más dinero que me podría financiar mi 2do disco, un 2do video y quizá, un representante que se encargue de encaminar mi carrera artística en lugar de seguir peleando como Don Quijote contra los Molinos de viento.

Mi decisión

Aparte de confimar, tenía que decir a partir de cuando estaba disponible. En mi contrato figura que tengo que avisar con 15 días de anticipación para rescindirlo pero yo sabía que tenía algunos días de licencia que todavía no me había tomado… ¿cúantos días? Y claro, no podía ser de otra manera: 15 días! ( o sea, mi disponibilidad era inmediata).

Y fue así que decidí entregarme una vez más al destino y esperar el efecto mariposa de esta decisión.

La decisión de la empresa

Al final, luego de otra entrevista con la dirección (donde directamente me preguntaron sobre mi relación con la música) y de un test psico-técnico, me avisaron me que llamaban en 2 días.
Los 2 días se convirtieron en 4 y cuando había pensado que ya no me iban a llamar, sonó mi celular. Lo primero que pasó por mi cabeza fue "ojalá que no" y creo que fue un presentimiento porque al final, de los 3 candidatos que llegamos a la final (2 de afuera y 1 interno), el cargo se lo dieron al al interno.

Nunca sabré el porqué pero estoy segura que esta vez no fue mi relación con la música, la razón para descartarme. Si lo hubiera sido, probablemente hubieran tomado a la otra persona que venía de afuera por tratarse de una reingeniería, donde generalmente las mentes frescas y sin vicios tienen ventaja sobre las existentes.

En fin, analizando el resultado desde mi teoría de las casualidades no existen, podríamos decir que si se me cerró esta puerta es para que se abran otras y evidentemente para que siga focalizando mis energías en la música.

3 comentarios:

Mauro Carrero dijo...

Inés,
Estuve ojeando un poco el blog hasta llegar al videito del CEO de Apple. Resulta que me llegó en el momento apropiado, estaba con ese pegajoso estado de ánimo epitáfico y creo que con esta aparición me ahorraste uno cuantos días de su desalojo, te agradezco por eso. Resulta que también soy músico y también trabajo en soporte de informática desde hace unos 10 años y desde entonces ha sido una constante bifurcación mental que con el tiempo se ha ido acomodando de manera de no angustiarme en demasía. Me alegro de tener mi trabajo porque es mi sustento y me apena no poder dedicar mis mejores horas del día a lo que me gusta, típico. Tu historia habría sido más romántica si hubieras rechazado la propuesta rapidamente después del sueño esclarecedor, habría sido un final más cinematográfico pero creo que me alegra que haya terminado como terminó porque me pareció más auténtico, no sé ... o más relacionado con lo terrenal. Lo que me pregunto es cómo se puede llevar una vida de dedicación full a un laburo e intentar seguir otro camino a la vez teniendo en cuenta que la vida no es únicamente trabajo, quiero decir, está la pareja, familia, hijos, amigos, esparcimiento (no música), etc., el resultado de tu decisión de aceptar la propuesta me dejó perplejo luego de los mensajes místicos en el sueño (significado que noto no capturé bien) y el cartelito del auto, me daba toda la pauta que ibas a optar por el rechazo, pero tuviste que dejar que el destino se encargara de plantarte (digo yo) donde tenés que estar. No sé que habría hecho yo en tu lugar pero con la formación de "trabajo" que supo forjar mi educación en mí, pienso con bastante seguridad que habría hecho lo mismo. Pienso que seguramente luego de un par de años de dedicación seria a un trabajo con responsabilidades importantes como el de la propuesta, los márgenes para la música se habrían comprimido demasiado, y no sería lo mismo -esto lo pienso como para mí en tu caso- seguir adelante con ella; la música requiere a mi entender de un esfuerzo mucho mayor y un sacrificio emocional mucho más importante si se hace de una manera honesta y relacionada verdaderamente con el arte. Todo esto te lo escribo tratando de dilucidar mientras lo hago, cómo es realmente la cosa, qué es lo importante y lo prescindible o intercambiable. Me quedo con un comentario muy sencillo que leí por ahí y que lamentablemente mi memoria no me permite citar con seriedad (y aparte me parece que debería ser, si no lo es, de sentido común) : "no importan las notas que se toquen sino cómo se toquen". Me alegro mucho que estés en el camino de la música, que no te rindas ante la comodidad, que hayas elegido armar este blog y que la casualidad me haya traído hasta él. Abrazo, Mauro.

Ines Saavedra dijo...

Hola Mauro! Un placer saber que en algo te aportó este blog pero primero que nada quiero decirte que "las casualidades NO existen" !!! :)
Así que no llegaste a esto por casualidad. ¿Sos el Mauro que se presenta con Larbanois? Intenté ver tu perfil pero no vi nada, no se si es que no publicaste nada todavía o si le pifié en algo.
En fin, quería comentarte que hace mucho tiempo que escribí esto y que si ahora me saliera una oportunidad de estas, la hubiera declinado de inmediato, pero generalmente estas cosas ocurren cuando pueden desestabilizarte y eso fue lo que ocurrió en un momento donde venía medio-trancada en el terreno musical en lo que tiene que ver con mi carrera. No tanto en lo que tiene que ver con la música que por suerte fluye siempre sino con las oportunidades que estaba teniendo para mostrarla y eso me tenía bastante deprimida.
Ciertamente fue un alivio que el destino me re-afirmara para darme más fuerzas en lo que ahora es la principal actividad de mis días sino que además me ayudó a tomar un par de decisiones al respecto como decidir grabar mi 2do disco de autor (que ahora estoy en plena pre-producción) y rechazar todo lo que se ponga en mi camino para no volver a hacerme trampas al solitario.
Lamento no haberle dado el toque romántico a la historia pero yo soy honesta y creo que es gracias a eso hay mucha gente que empatiza con lo que escribo. Después de todo, los músicos también somos seres humanos... con un don especial pero que no nos hace más iluminados que otros.
Te mando un besos y espero que sigamos en contacto.

Mauro Carrero dijo...

Jeje, no, de hecho no soy el que se presenta con Larbanois porque ese es Mario y es mi viejo.. Ninguna casualidad, estaba vichando tu myspace y ví que había un blog, no tengo nada en el perfil porque me registré solo para agregar el comentario en tu blog porque como te decía en el mismo, me salvó la mañana. En myspace tengo alguna música mía, ya te invito de paso a que la escuches, en un rato te pido que me agregues como "amigo". Entiendo perfectamente de lo que hablás, tengo más que claro el temita del autoboicot, no tan claro cómo zafar de él, jeje, si me sale te tendré al tanto. La falta de romanticismo en el remate de la historia me gustó justamente por lo que explicas; aunque en realidad no estoy de acuerdo en lo de la iluminación, ser artistas nos hace subir a un escenario y estar mejor iluminados... (...perdón, no resistí la tentación.) Mucha suerte con la prepro del nuevo disco y te felicito por el trabajo anterior. Un beso, Mauro (con menos tiempo).