Inés Saavedra en 3 min

14 de febrero de 2007

La Historia de mis Canciones (1era parte)


Primera regla: no hay reglas

Como todas mis canciones, no hay una regla o patrón que rija en lo que tiene que ver con la composición de las canciones y el orden en el que hago la música o la letra. Ni siquiera se que es lo que lo determina pero tiendo a sospechar que cuando el proceso es más catártico (por ejemplo, una emoción a flor de piel tratando de filtrarse por todos mis poros debido a una circunstancia que vivo o siento muy intensamente) sale todo junto, letra y música.

A modo de ejemplo, de mi disco “Las Casualidades No Existen”, los temas Imágenes Cotidianas II, Caleidoscopio, Letras, Lecciones y Siempre Corriendo son ejemplos de “canciones catárticas” donde la música y la letra fueron compuestas en un solo día, en tan solo algunas horas.

Los canciones que me llevaron más tiempo, (por ej. desde un par de días hasta un par de meses) son las que compuse terminando primero la música y después la letra.

En este momento por ejemplo, tengo un par de temas en los que la música está terminada y la letra no, uno de ellos data de hace unos 3 meses y a estas alturas no se si algún día lo voy a terminar. Ya me ha pasado esto otras veces y se que tengo que dejarlos reposar un tiempo como haciéndose el distraído (aunque tu cabeza sabe perfectamente que está sin terminar) hasta ese día, donde vuelven a fluir y se terminan de armar solitos.

La chispa inicial

Cuando no se trata de una canción catártica, generalmente primero surge la música.

Por ahora no voy a comentar sobre el proceso de composición musical sobre el cual no tengo mucho para decir porque no se cómo ocurre; hasta el momento se detona solo (o sea, no me siento a componer sino más bien a trabajar sobre algo que ya tengo entre manos, a estudiar o a tocar una canción cualquier), hasta que de repente, “algo” (el sonido de una frase tocada en la guitarra o de una simple nota) me logra seducir lo suficiente como para seguirlo y ver hasta donde me lleva.

Esto lo cuento en la canción Una Nueva Melodía que voy a incluir en mi próximo disco.

No siempre me lleva a buen puerto pero como en la vida, no siempre importa adonde se llega sino el camino que se recorre. En el peor de los casos, la dejo para el white album, je je.

Mientras manejo muchas veces se me vienen ideas a la cabeza cuando logro dejar la mente en blanco y la ciudad atrás:




Buscando el tema para la música

Cuando se tiene solamente la música pronta, el problema principal es encontrarle la “pareja” más compatible, o sea el tema más adecuado para ser trasmitido a través de la misma. Es muy fácil saber qué temáticas no van con esa música (por lo menos para mí es muy fácil) pero tal como lo cuento en la canción Letras cuya letra pueden consultar en mi sitio web, el problema es que descartando las que no pueden ser, quedan tantas cosas para decir o sobre las que se puede llegar a hablar que a veces se torna muy difícil decidirse (hay veces que me aterra pensar que estoy “arruinando” una canción por elegir un tema que no le hace justicia a la música).

Y el siguiente problema que me aparece, una vez que uno se decidió, es cómo hacer para no decirlo todo en la primer estrofa e incluso, en el primer verso.

Más de una vez me vi tentada por dejar canciones por la mitad; al llegar al primer estribillo ya había dicho todo lo que tenía para decir, entonces, ¿para qué seguir escribiendo? Una de las que tengo trancadas tiene ese problema y el tema es que ni siquiera llegó a un estribillo y no le he encontrado la vuelta para que siga fluyendo.

Borradores a mano en hojas de papel “recicladas”

Increíblemente no puedo escribir la letra de una canción directamente en el PC (y les recuerdo que soy informática). Como si la acción de la lapicera sobre el papel fuera guiándome mientras escribo mientras que mis manos en el teclado no. Creo que es el único caso en el que no utilizo la computadora para documentar algo (por lo menos hasta que tengo una primera versión terminada).

Quizá sea porque estoy muy acostumbrada a hacerlo de esa manera y tengo miedo a cambiar el ritual que hasta el momento me funciona. Tal vez porque simplemente mientras mi cabeza hace el scan para elegir las palabras adecuadas para expresar lo que siento, me entretengo con la lapicera haciendo garabatos sobre el papel y logro ese efecto que comentaba anteriormente, el de hacerme la distraída para que aparezcan solas (y les puedo asegurar que cuanto menos se piensa, más se encuentra si se está en actitud de búsqueda pero dejándose fluir).

Lo que sí hago es ir pasando a documentos en mi PC las distintas versiones por las que va atravesando la canción para volverla a imprimir y seguir trabajando sobre ella (tachando o sustituyendo palabras, cambiando el orden de los versos y de las palabras, etc).
Tengo la filosofía de reciclar todo y por lo tanto, cualquier pedazo de papel sirve para comenzar. No tengo un cuaderno de canciones sino una carpeta donde guardo las versiones definitivas pero las versiones intermedias también las imprimo sobre hojas de impresora recicladas.

Con las canciones “catárticas” casi no tuve necesidad de pasar la letra al papel, lo hice casi sobre el final para dejarla documentada y para hacerle mínimos retoques porque siempre retoco las canciones una vez escritas en papel o incluso en el mismo momento que la estoy pasando al PC con su versión definitiva.

Para la 2da parte tengo pensado escribir acerca de la historia particular de cada canción.

4 comentarios:

Burzak dijo...

Hola, nuevamente yo... como estas?

Te cuento, me hiciste acordar mucho a mi profesor de musica que tube en el colegio, siempre tenia un trozo de papel escrito del derecho y del revez el cual cuidaba mucho y cada tanto cambiaba... Roman se llamaba (perdon se llama) y su grupo era "El Porton", lo deje de ver hace mucho tiempo, pero cada tanto me encuentro con la agradable sorpresa de algún grafiti del porton (agradable por saber que todavía siguen en camino, pero no me agrada que pinten paredes :-S ).

Bueno, me despido hasta el proximo post/articulo sobre tí... te estare siguiendo de cerca (no te preocupes, no tengo "pinta" de psicopata :-P ).

Saludos.

Ines Saavedra dijo...

Darío: perdón que recién ahora de señales de vida pero me tomé toda la semana de vacaciones con Dany (el músico de quien ya he hablado bastante) y con Georgina Hassan (música argentina que quizás conozcas), a quien invitamos a participar en el disco de Daniel para grabar unas voces y el cuatro (guitarrita venezolana) en un par de temas. Ya subiré un videito de esa experiencia.

El otro día me pediste que te avisara cuando iba a tocar en marzo, por ahora tengo 2 fechas confirmadas para los viernes 2 y 9 de marzo en Don Trigo de la Ciudad Vieja, un bolichito que por suerte me está dando bastante vida. Supuestamente voy a tocar 2 veces más en el mes pero no tengo las fechas confirmadas, si querés pasame la dir de mail (escribime a contacto@inessaavedra.com) para que te agregue a la lista de interesados así te llega el "spam" con las fechas de mis toques.

Burzak dijo...

Ines, que alegría que contestes :-P

Espero que la allas pasado bien en tus (de seguro) merecidisimas vacaciones (espero ver algunas fotos xD ).

Te cuento que el lunes salgo de vacaciones pero hubo algo imprevisto, tal vez me vaya de viaje con un amigo a algún lugar de Argentina pero esto se decidirá el lunes, en caso de no irme con el, de seguro estare en ese boliche ;-)

Por lo pronto es incierto mi destino, pero por lo pronto estaré antento al movimiento del blog. Un abrazo.

PD: nesdario86 AT gmail DOT com para que me agregues a tu lista de "spam" ;-)

Ines Saavedra dijo...

ok Dario, don't worry. Espero tocar varias veces este año. Voy a intentar subir algo al blog este fin de semana con algun videito también del toque en Aquel Abrazo, un boliche increíble que descubrí en Punta Negra (cerca de Piriápolis) donde además de mis canciones compartí un par con Georgina y así podés conocerla también a ella.